En esta sesión viajamos hacia el origen embrionario de nuestra columna. La notocorda, tejido primitivo que da lugar a la espina dorsal, nos conecta con el primer eje de movimiento y sostén.

A través de la vivencia de estados embrionarios resignificamos el patrón primigenio de flexión y extensión, reconociendo cómo este gesto básico acompaña toda nuestra historia de movimiento.

Exploramos capas de tejido: notocorda, tubo neural y somitas, para sentir la columna como un organismo flexible y vivo, no como una estructura rígida.

La práctica de masaje tailandés se dedica al estiramiento de la dura madre y a la liberación de tensiones a lo largo del eje vertebral.

El inicio: Somitas, la intimidad de tu columna

En la intrincada danza del desarrollo embrionario, las somitas desempeñan un papel crucial en la formación de la columna vertebral y las extremidades. Estas estructuras segmentadas son la base sobre la cual se construyen nuestros sistemas esquelético y muscular, otorgando forma y función a nuestro cuerpo.

Exploraremos la formación de la columna vertebral y los brazos a partir de los tejidos derivados de las somitas, revelando la íntima relación entre nuestro pasado embrionario y nuestra anatomía actual.

¿Qué son las somitas?

Las somitas son estructuras pareadas y en forma de bloque que se forman secuencialmente a lo largo del tubo neural durante el desarrollo embrionario. Se originan a partir del mesodermo paraxial y dan lugar al esqueleto axial, los músculos esqueléticos, la dermis de la piel y parte de los órganos internos.

La segmentación de las somitas es un proceso altamente regulado, impulsado por patrones oscilatorios de expresión génica conocidos como el «reloj de segmentación».

La formación de las somitas sigue un patrón temporal y espacial estricto:

  • Las células dentro del mesodermo presomítico se segmentan periódicamente en somitas distintas.
  • Cada somita luego se diferencia en cuatro regiones clave:
    • Esclerotoma: Contribuye a la formación de los huesos de la columna vertebral y las costillas.
    • Miotoma: Da lugar a la musculatura de la espalda, las extremidades y la pared corporal.
    • Dermatoma: Forma la dermis de la piel en el área dorsal del cuerpo.
    • Sindicoma: Estructura que contribuye a ciertos tejidos conectivos y órganos internos.

La construcción de la columna vertebral

La columna vertebral surge a partir de las somitas mediante un proceso conocido como resegmentación. El esclerotoma de cada somita se divide y se fusiona con segmentos vecinos, permitiendo que los nervios de la médula espinal pasen a través de los forámenes vertebrales. Este proceso sigue una secuencia bien coordinada:

1. La notocorda: la base de la columna – Imagina la notocorda como un eje flexible que sirve de guía para el desarrollo de la columna vertebral. Este eje es temporal, pero es fundamental para que las vértebras se formen en el lugar correcto.

2. Transformación de las células – Algunas células de las somitas migran hacia la notocorda y el tubo neural, envolviéndolos poco a poco. Estas células se convertirán en las vértebras y los discos intervertebrales.

3. Endurecimiento de la columna – A medida que el embrión crece, las vértebras, que inicialmente son cartilaginosas, comienzan a volverse óseas en un proceso llamado osificación. Con el tiempo, esta estructura se convierte en la sólida y resistente columna vertebral que sostiene nuestro cuerpo.

Desarrollo de las extremidades: el papel de las somitas en la formación de los brazos

El desarrollo de las extremidades está gobernado por señales genéticas y moleculares donde los pasos clave son:

  • Inicio del brote de la extremidad: Las células mesodérmicas del mesodermo de la placa lateral y las somitas contribuyen a la formación de los brotes de las extremidades.
  • Patrón y crecimiento: La AER controla el crecimiento de la extremidad, mientras que la ZPA establece la polaridad anteroposterior.
  • Formación muscular y esquelética: Las células derivadas del miotomo migran hacia los brotes para formar los músculos, mientras que el mesodermo de la placa lateral da lugar a los huesos y al tejido conectivo.

La columna vertebral: Eje de sostén y comunicación

La columna vertebral es la estructura central de nuestro cuerpo, el eje que sostiene y organiza nuestro movimiento, percepción y relación con la gravedad. Más que un simple armazón óseo, es un tejido vivo en constante adaptación, resonando con nuestra postura, respiración y estado interno.

No solo cumple una función mecánica, sino que es un espacio de integración entre el sistema nervioso, los fluidos corporales y la conciencia somática. Se desarrolla en la embriogénesis como una espiral de crecimiento y adaptación, una continuidad que conecta el cráneo, el tronco y la pelvis en un flujo dinámico.

En el masaje tailandés, la columna se aborda desde la movilidad y la escucha profunda, reconociendo que las restricciones en su estructura afectan la vitalidad de los tejidos circundantes y viceversa. A través del contacto, facilitamos el espacio y la reorganización de patrones de tensión, permitiendo que la columna recupere su capacidad de adaptación.

Realidad vertebral

  • Cervical (C1-C7): Soporta la cabeza y permite una gran movilidad. La primera vértebra (atlas) y la segunda (axis) facilitan la rotación del cráneo.
  • Torácica (T1-T12): Se articula con las costillas y protege los órganos internos. Su movilidad es menor, pero permite la flexión y rotación del tronco.
  • Lumbar (L1-L5): Es la sección más robusta, diseñada para soportar el peso del cuerpo. Permite flexión, extensión y cierta rotación.
  • Sacra (S1-S5, fusionadas): Forma el sacro, que conecta la columna con la pelvis y estabiliza la base del cuerpo.
  • Coccígea (3-5 vértebras fusionadas): Forma el coxis, una estructura vestigial que sigue desempeñando un papel en el equilibrio y en el anclaje de músculos y ligamentos del suelo pélvico.

Dura madre: Contenedor y transmisor de información

La dura madre es una membrana de tejido conectivo que envuelve el sistema nervioso central, protegiendo el cerebro y la médula espinal. Pero más allá de su función de sostén, es una estructura viva, sensible a la presión, el movimiento y la respiración. A través de la dura madre circulan sistemas esenciales para la vida y el equilibrio del cuerpo:

  • Líquido cefalorraquídeo (LCR): Este fluido baña el cerebro y la médula espinal, proporcionando amortiguación, nutrición y eliminación de residuos. Su circulación sigue un pulso rítmico que se puede percibir y modular a través del contacto sutil.
  • Sistema nervioso central: La dura madre alberga y protege las estructuras del SNC, modulando la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Tensiones en esta membrana pueden generar restricciones en la movilidad y la percepción corporal.
  • Sistema fascial: La dura madre se continúa con la fascia profunda, conectando el sistema nervioso con el resto del cuerpo. Cualquier tensión en la columna puede reflejarse en restricciones fasciales a distancia.